La Gestión Integral de Riesgos es un enfoque estratégico que permite a las empresas identificar, evaluar y mitigar los riesgos en todos los niveles y funciones de la organización.
La Gestión Integral de Riesgos busca identificar, evaluar y gestionar los riesgos de manera integrada en toda la organización. Va más allá de un simple proceso de identificación y mitigación de riesgos, abarcando aspectos como la cultura empresarial, la toma de decisiones estratégicas y los factores ambientales, sociales y de gobernanza.
Al adoptar un enfoque integral, las organizaciones pueden anticiparse a los riesgos emergentes, aprovechar las oportunidades y tomar decisiones informadas para proteger y crear valor a largo plazo.
Para una gestión efectiva de riesgos, es esencial la integración de 3 niveles:
- Representada por los propietarios de los riesgos, es decir, los equipos operativos y de gestión. Son responsables de identificar y gestionar los riesgos diarios, implementando controles y medidas preventivas.
- Compuesta por las funciones de gestión de riesgos y cumplimiento normativo. Su papel es proporcionar una supervisión y asesoramiento independiente a la primera línea, asegurando la efectividad de los controles y la mitigación de riesgos.
- Representada por la auditoría interna, cuyo objetivo es evaluar la eficacia de la gestión de riesgos y los controles internos. Proporciona una visión objetiva y garantiza que se cumplan los estándares y políticas establecidos.
La correcta integración de información y comunicación entre los 3 niveles en la gestión de riesgos tiene los siguientes beneficios:
- Mayor eficiencia y efectividad en la identificación y mitigación de riesgos.
- Mejor coordinación entre los diferentes niveles y funciones de la organización.
- Mayor transparencia y comunicación en la gestión de riesgos.
- Mayor confianza de los accionistas.